Hace poco más de dos años que visite por primera vez los pueblos negros de Guadalajara. El pueblo en el que estuve se llamaba Almiruete, con pocos habitantes, ningún bar y un par de casas rurales. Anunciaban mal tiempo por el norte pero no esperabamos que la borrasca llegase hasta donde nosotros estabamos. Dos días sin parar de nevar y la ayuda de las maquinas quitanieves para poder salir de allí.
Tardamos toda la mañana en poder desenterrar los coches y despejar el camino que te conducía a las afueras del pueblo, ya que la maquina quitanieves no subia por las empinadas cuestas y callejuelas del interior del pueblo. Muy poco faltó para no poder salir. Sin cadenas no habría quedado más remedio que haberse quedado allí a pasar la noche. No recuerdo haber vivido una nevada tan fuerte.
Fotos de aquel día: http://picasaweb.google.es/yagoperez23/LaGranNevada
1 comentario:
Ya conocía la historieta, que guay, pero aunque no estés en tu casa, no me niegues que tiene un punto de aventurilla el quedarse aislado en un pueblo todo nevado. Si te quedas sin comida, siempre le puedes dar un mordisquillo a tu novia, no?
A nosotros nos pasó en Arenillas un puente, y no creas que tenía demasiada prisa por volver a Madrid...
Chulas las fotos, hay una con el monte nevado e iluminado al fondo con cierto aire a Galen, je,je
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